30.6.09

Una forma particular de leer (X)

La representación del mundo en mapas, diagramas, fórmulas, imágenes y textos de David Olson

El mundo sobre papel.

Galileo creía en la importancia de apartarse de los libros para estudiar las cosas en sí mismas, eventualmente sabemos esto gracias a los mismos libros.
A partir del texto se afirma que fue la acumulación de información sobre papel lo que permitió un rápido crecimiento del conocimiento de las ciencias de la modernidad. A partir de lo cual éstas se configuran en una actividad de manipulación de signos. Al ser que el papel un formato representacional común donde documentar los conocimientos producidos y que podemos decir sin tapujos que no hay representación sin intención ni interpretación, las ideas que se aparecen plasmadas no serían más que una forma de ver y hacer ver. Por eso mismo, una imagen no es más que una superficie donde inscribir el mundo, una mirada desde ningún lugar. Dibujar es imitar las cosas tal como aparecen. La importancia de tan cuidadosa inspección visual era no sólo ver el mundo mejor, sino distinguir lo que había que ver en él de las interpretaciones leídas en él. A veces es más fácil buscar formas en las nubes que contentarse con apreciar el cielo tal como se presenta.
Olson nos habla del arte holandés y su estricta atención a las apariencias de las cosas, en construir representaciones correctas, lo que parece un intento de ahogado al intentar objetivar una mirada que se especifica por ser particular. ¿Habrán querido los holandeses fundar la “ciencia de la pintura”? ¿O simplemente creían que el mundo era lo bastante bello para desfigurarlo en la fantasía de la creatividad propia?
Pero si hablamos de representar el mundo en papel, ¿qué mejor ejemplo que un mapa? A partir de la pregunta ¿Dónde es aquí? el texto nos lleva por la historia de la sofisticación de las cartografías hasta llegar a Mercator. Entrar en el mundo de papel es salir del mundo real.
El mundo pensado ya no es simplemente mundo, sino el mundo cómo se lo representa en papel, donde Groenlandia es mucho más grande que Äfrica o Sudamérica. Podemos decir entonces que tanto en los diagramas como en los mapas , la información suplanta la verosimilitud.
Asimismo, una ilustración de manual de una flor no se parece en nada a una flor real, pero esta flor dibujada se convierte en la entidad conceptual en cuyos términos se percibe y se clasifica la flor real. Hubo un momento, señala el autor, en que todavía no había lenguaje técnico para designar a un gran número de plantas, por lo que en los estudios botánicos, las ilustraciones podían vehiculizar lo que las palabras no podían. Una imagen que sí valía más que mil palabras.
Al final de todo, tanto las palabras como las imágenes no son mas que símbolos que intentan describir el mundo. La gran tarea parece descubrir, informar y traer a conciencia las actitudes implícitas en esos simples informes objetivos ya que no basta un ojo sincero y una mano confiable para ver todo lo que está presente.